El problema no es tanto el "qué dirán" sino el "como reaccionar frente a lo que le dicen a uno".
—Me gusta lo que haces. Tratas cosas delicadas de una manera que llega… pero a veces patinas —me dijo alguien después de un concierto.
A veces patino… (para los que no conocen esa expresión de castellano peninsular, patinar quiere decir resbalar sobre una idea, no ser claro, etc.)
Sí, a veces patino, resbalo. De hecho, así como para patinar se necesitan patines y hielo o suelo plano, para
patinar se necesitan receptores, en mi caso un oyente, y un mensaje. Así, desde el momento en que se publica algo existe la posibilidad de patinar.
Después me pregunté ¿en qué patino?
Unos días más tarde me volví a encontrar al oyente en cuestión y charlé un rato con él. Cuando le pregunté en qué canción en concreto estaba pensando cuando me hizo el comentario tras el concierto, me respondió que no se acordaba muy bien. Pero al rato recordó un tema:
— Ah sí, espera, la del fútbol es una de ellas; no criticaste con suficiente claridad el patriotismo futbolero que describes.
En la canción comparo el fútbol y la religión (la católica, que fue en la que vine a caer cuando nací), y me refiero al patriotismo en el fútbol colombiano, de como me emocioné con los ídolos de la selección en los 90 y el furor mediático alrededor de los mundiales. Hablamos de esto y otras cosas en un ambiente cordial, pero al final nos despedimos sin que se me ocurriera decirle que, de hecho, el título de la canción es "Balompié a distancia", y que lo de
distancia no es gratuito.
Ahora oigo a lo lejos los juegos artificiales. El Barça volvió a ganar la Champions; la semana pasada ganó la Copa del Rey y frente al
Rey miles de no súbditos le chiflaron al himno nacional de España.
…si acaso doy mi apoyo, moral pero sincero, al club de fútbol atlético pueblo seco…